Honda Super-One: una apuesta audaz en un mercado en contracción

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Honda traerá su diminuto automóvil eléctrico Super-One a Australia y, después de una breve prueba de manejo en Japón, la pregunta es clara: ¿puede este peculiar vehículo eléctrico reavivar la marca o se perderá en un mar de rivales chinos más baratos y prácticos?

El Super-One no es simplemente otro concept car japonés; es la base para el primer vehículo eléctrico de batería de Honda en Australia, cuyo lanzamiento está previsto para 2026. Se trata de una medida arriesgada para una marca conocida por sus híbridos y SUV sensatos.

Precios: el factor decisivo

Honda insiste en que el Super-One será “más barato que un Civic”, pero esa es una métrica sin sentido. Un Civic e:HEV L básico comienza en $49,900. Para competir, el Super-One debe socavar el mercado de vehículos eléctricos económicos dominado por China.

El BYD Dolphin comienza en $29,990 y el MG 4 en $36,990. Si Honda supera los $35,000, el Super-One estará muerto al llegar. Es necesario fijar un precio agresivo para obligar a los compradores a elegir la diversión en lugar de la practicidad.

Dentro de la cabina: centrado en el conductor

El interior está diseñado para el conductor, con asientos deportivos reforzados y un tablero minimalista. Dominan un grupo de instrumentos digitales y una pantalla táctil central, pero las perillas físicas para el control del clima ofrecen una bienvenida simplicidad.

Sin embargo, la practicidad es limitada. El Super-One es un estricto cuatro plazas con un espacio trasero mínimo y un maletero diminuto. Se trata de un vehículo urbano, no de una furgoneta familiar.

Rendimiento: ¿un truco que funciona?

Las especificaciones del tren motriz del Super-One siguen siendo secretas, pero se basa en la plataforma de un automóvil Kei. La verdadera sorpresa es el “Boost Mode”, que simula una transmisión de 7 velocidades con un sonido virtual del motor e incluso vibraciones del chasis.

Si bien es artificial, agrega una capa de participación del conductor que no existe en la mayoría de los vehículos eléctricos. El coche es ágil y responde, pero no particularmente rápido. Es una experiencia divertida y lúdica.

Seguridad: cumplimiento de las normas australianas

Honda Australia promete una calificación de seguridad ANCAP mínima de cuatro estrellas. El Super-One será importado completamente de fábrica, diseñado para cumplir con las reglas de diseño australianas. Esto garantiza el cumplimiento y evita problemas con las importaciones grises.

El veredicto: ¿un juguete divertido o un contendiente serio?

El Honda Super-One es realmente divertido de conducir, pero su éxito depende del precio. Si Honda puede socavar a la competencia china y ofrecer una propuesta de valor convincente, podría hacerse un hueco.

Sin embargo, si el precio es demasiado alto, el Super-One quedará relegado a una nota a pie de página peculiar en un mercado de turismos cada vez más reducido. La decisión es simple: hacerlo lo suficientemente barato como para forzar un dilema entre practicidad y diversión, o ver cómo se desvanece en la oscuridad.

La verdadera pregunta es si Honda está dispuesta a correr el riesgo.