Ferrari desafía la tradición: el motor V-6 es declarado superior al V-12 en el nuevo modelo insignia

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Ferrari ha dado un paso sorprendente al equipar su último superauto insignia, el F80, con un motor V-6 turboalimentado en lugar del tradicionalmente preferido V-12. Esta decisión, anunciada en un taller técnico en Módena, representa un cambio de prioridades, favoreciendo las prestaciones brutas frente a las configuraciones históricas de los motores. La medida ha llamado la atención entre los puristas, pero está respaldada por los datos internos y la lógica de ingeniería del fabricante.

La razón detrás del cambio

Durante décadas, el V-12 ha sido sinónimo de identidad de Ferrari. Sin embargo, la empresa insiste en que la configuración V-6 ofrece ventajas tangibles. Matteo Turconi, Gerente Senior de Marketing de Producto, afirmó audazmente que el V-6 es “superior” al V-12, citando una potencia de 300 caballos de fuerza por litro, derivada de la unidad de 3.0 litros probada en carreras utilizada en el auto de resistencia 499P. No se trata sólo de números; el motor más pequeño permite un diseño más compacto, lo que contribuye a una distancia entre ejes más corta, un peso reducido y una aerodinámica mejorada.

Beneficios de ingeniería y aumento de rendimiento

El tamaño reducido del V-6 permite un difusor más grande, que se extiende hasta 1,8 metros, mejorando la carga aerodinámica y la estabilidad. Los ingenieros de Ferrari, que en broma se refieren al V-6 como “el motor grande” a pesar de su menor número de cilindros, enfatizan que esta configuración no es un paso atrás, sino un salto adelante en la ingeniería de rendimiento. La decisión de la compañía refleja una tendencia en las carreras de alto rendimiento donde los motores turboalimentados más pequeños a menudo ofrecen más potencia y eficiencia.

Precedente histórico y planes futuros

Ferrari reconoce que esta elección puede decepcionar a algunos fanáticos, pero señala los exitosos 288 GTO y F40 con motor V-8 como precedentes históricos. La demanda del F80 sigue siendo alta; Las 799 unidades se han vendido previamente, lo que demuestra que el cambio de motor no ha disuadido a los compradores.

A pesar de adoptar el V-6, Ferrari no tiene planes de abandonar por completo los motores de combustión. Se proyecta que para finales de la década, los motores de combustión interna (ICE) representarán el 40% de la gama, los híbridos representarán otro 40% y los vehículos eléctricos el 20% restante. Esto demuestra un compromiso con una estrategia de tren motriz diversificada.

La decisión de Ferrari indica que la cilindrada pura ya no es el único determinante del rendimiento. El futuro del Cavallino Rampante parece residir en la optimización de la relación potencia-peso, la eficiencia aerodinámica y las tecnologías híbridas.