China está expandiendo rápidamente el despliegue de tecnología de conducción autónoma de nivel 3 (L3), y los principales fabricantes de automóviles como Xpeng, Li Auto, BYD y Huawei ahora prueban activamente y reciben aprobaciones regulatorias para la operación en vías públicas. Esta medida señala un cambio significativo en el enfoque del país hacia los vehículos autónomos, posicionándolo como líder mundial en automatización automotriz avanzada.
Impulso regulatorio y respuesta de la industria
Los cambios recientes en las regulaciones chinas, junto con una mayor preparación de la industria, están impulsando esta expansión. La tecnología L3 cierra la brecha entre los sistemas comunes de asistencia al conductor de Nivel 2 y la automatización más sofisticada de Nivel 4, ofreciendo capacidades de conducción autónoma condicional en condiciones específicas. El mercado ha reaccionado con fuerza; Las acciones vinculadas a la conducción autónoma han experimentado un mayor volumen de operaciones en respuesta a señales regulatorias, lo que sugiere una fuerte confianza de los inversores.
Pilotos aprobados y pruebas en el mundo real
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) ya aprobó el Changan Deepal SL03 y el Arcfox Alpha S para operaciones piloto condicionales en carreteras designadas, lo que marca los primeros vehículos de producción L3 autorizados oficialmente en China. Más allá de estas aprobaciones, otros fabricantes están acelerando programas de pruebas:
- Xpeng Motors ha obtenido permisos de prueba en carretera en Guangzhou y realiza pruebas periódicas en zonas aprobadas.
- Li Auto obtuvo permisos L3 en Beijing, realizando pruebas en rutas seleccionadas.
- BYD está realizando pruebas internas a gran escala en Shenzhen, habiendo acumulado más de 150.000 kilómetros de datos de conducción en el mundo real, incluidas condiciones desafiantes como noche, lluvia y zonas de construcción.
- Huawei, a través de su Harmony Intelligent Mobility Alliance (HIMA), también está realizando pruebas internas L3 en Shenzhen, recopilando datos para perfeccionar el rendimiento del sistema.
Estos permisos son independientes de las aprobaciones de productos nacionales, pero son cruciales para recopilar datos del mundo real y perfeccionar los marcos operativos.
Coordinación de políticas nacionales
El gobierno chino está coordinando esfuerzos entre múltiples departamentos para garantizar un despliegue estructurado de vehículos inteligentes conectados. Los documentos y directrices de políticas se centran en establecer estándares legales, técnicos y de seguridad que alinean las pruebas, los programas piloto y las futuras fases de comercialización. Esto indica un compromiso con el desarrollo ordenado en lugar de un despliegue rápido y no regulado.
“No se trata sólo de tecnología; se trata de crear un ecosistema controlado donde la conducción autónoma pueda integrarse de forma segura en las vías públicas”.
El despliegue acelerado de la L3 en China sugiere un impulso estratégico para dominar la próxima generación de tecnología automotriz. Este esfuerzo coordinado entre la industria y el gobierno resalta la ambición del país de convertirse en un líder mundial en conducción autónoma, dando forma no sólo a su propio mercado sino también influyendo potencialmente en los estándares y regulaciones internacionales.